
La palabra empatía proviene etimológicamente del griego ∏αθεûv (epathón), que significa sentir y del prefijo εv, que significa dentro. Actualmente se utiliza en psicología para aludir a la capacidad de ponerse en el lugar de otro. Ser empático implica tener la capacidad de comprender a nivel emocional a otra persona, para lo que hace falta una escucha activa, comprensión y apoyo emocional. Saber escuchar implica estar atento tanto al discurso verbal (el lenguaje) como al no verbal (posición del cuerpo, entonación de la voz, el tiempo de respuesta, el volumen…).